especialidades

MIS INSTRUMENTOS PARA AYUDARTE

Acompaño procesos vitales, del nacimiento a la muerte.

Acompaño el periodo perinatal, desde el embarazo, al parto y postparto y la crianza de las criaturas.

Acompaño las crisis vitales de familia, la ruptura o reparación amables de la pareja, y el duelo por los diversos tipos de ausencias y despedidas. 

Acompaño lo que trunca la vida, el trauma. Trabajamos lo que acontece después, como puede ser el miedo, el vacío, la soledad, la ansiedad, la depresión, la disociación o el estrés postraumático…, desde la psicoterapia de integración y reprocesamiento de trauma. Acompaño lo que te sucedió cuando eras solo una niña o niño, para entender la persona adulta que eres hoy. 

Acompaño a profesionales de la salud y educativos. En ambos casos hay una alta exposición al estrés, a la exigencia propia y relacional, a experiencias abrumadoras y percepción de indefensión. Desde la sensibilidad al desbordamiento emocional en estos casos, dirijo la mirada al manejo de los recursos en estas situaciones de crisis.

Proporciono apoyo y supervisión a profesionales que ejercen su labor en el campo de la intervención psicológica.  

psicoterapia

Cuando nos enfrentamos a circunstancias y sentimientos que nos superan.

Cuando el sufrimiento se instala en nuestro día a día.

Cuando nos sentimos incapaces de resolver solos.

En estas situaciones es recomendable solicitar la ayuda profesional.

¿Qué dificultades atiendo?

  • Estrés, ansiedad y depresión.
  • Somatizaciones y dolor.
  • Vacío existencial y desesperanza.
  • Crisis personales y vitales.
  • Trauma.
  • Duelo.
  • Insatisfacción personal, inseguridad y baja autoestima.
  • Gestión de las emociones.
  • Conflictos relacionales.
  • Desarrollo personal.

crisis y trauma

Acompaño lo que trunca la vida, el trauma. Trabajamos lo que acontece después, como puede ser el miedo, el vacío, la soledad, la ansiedad, la depresión, la disociación o el estrés postraumático…, desde la psicoterapia de integración y reprocesamiento de trauma. Acompaño lo que te sucedió cuando eras solo una niña o niño, para entender la persona adulta que eres hoy. 

Gran parte del sufrimiento humano se encuentra vinculado a las experiencias traumáticas. Cada persona responde de forma distinta al trauma: puede afectar a tus relaciones, a nivel neurobiológico, a tu memoria, a cómo ves el mundo, a tus sensaciones corporales, a nivel mental y narrativo, a tus emociones…, cada experiencia es única.

Es fundamental comprender cómo nos afecta, reconocer la herida o dolor y descubrir si estamos atascados en «ON» (una respuesta de lucha  o huida: aumento de la sensibilidad, hiperactividad, desencadenamiento más fácil, rabia, ansiedad, pánico, miedo, manía, hipervigilancia, pensamientos acelerados u obsesivos, movimientos rápidos…), o atascados en «OFF» (congelación o sumisión): ausencia de sensación, disociación, depresión, agotamiento, desconexión de las relaciones, mente en una «niebla», movimientos reducidos o más lentos, derrota, vergüenza…).

El origen es muy diverso, podemos entender el trauma a partir de la exposición a eventos vitales muy invasivos como un accidente de tráfico, un trauma médico, ataque interpersonal, agresión física o sexual, impacto con resultado casi de muerte, o ser testigos de ellos, como el trauma vicario e incluso el estrés laboral o fatiga por compasión.

Cuanto más temprano es el trauma, más riesgo de estar expuestos a otros en el futuro y más posibilidades de desarrollar problemas psicológicos, desde un Trauma complejo del desarrollo a trastorno de estrés postraumático.

Algunos problemas en la familia de origen (por ejemplo, negligencia o abandono, padres o cuidadores ansiosos, desregulados, fríos, controladores, enojados, caóticos o narcisistas, incluso las dinámicas entre hermanos) impiden el apego seguro y contribuyen a desarrollar dinámicas de interés perjudiciales, codependientes o inseguras.

Así, el mundo se convierte en un lugar amenazante o peligroso, y es necesario estar en un cierto nivel de alerta. Puede aparecer estrés constante, síntomas físicos o somatizaciones y memoria corporal. También vergüenza, disociación, problemas de identidad o falta de sentido vital. Aumentan las preocupaciones relacionadas con el trauma vivido, y con ellas la ansiedad, hipervigilancia, miedo, ira, depresión, duelo y recuerdos.

Para acercarme al dolor o herida trabajo desde un modelo de terapia de trauma trifásico. Es un modelo amable y adaptado al ritmo de cada persona. En primer lugar, se aborda la seguridad y estabilización de síntomas, en segundo lugar, el recuerdo y su procesamiento, y por último la reconexión física, emocional, mental, espiritual y relacional. Es una perspectiva integral e integrativa, con enfoque en el EMDR, Psicoterapia Sensoriomotriz, Terapia Cognitivo-Conductual focalizada en Trauma, Terapia Cognitiva y Narrativa para el Trauma, mindfulness y terapia basada en el apego entre otras.

En la búsqueda de la restauración de un estado de equilibrio físico y emocional, el objetivo es lograr un sentido de uno mismo integrado, capaz y empoderado, que deje de estar sujeto a la experiencia interna o externa que lo coloca en víctima.

familia y pareja

Acompaño las crisis vitales de familia, la ruptura o reparación amables de la pareja, también el duelo por los diversos tipos de ausencias y despedidas. 

Para aquellas personas que buscan un proceso terapéutico más profundo para ellas y uno o más seres queridos, la terapia familiar o de pareja ofrece un espacio amable y comprensivo que ayuda a resolver los conflictos, mejorar la comunicación, aumentar la intimidad, reconocer al otro y sus necesidades, reconocerse a uno mismo en la relación, identificar las potencialidades y capacidades de ajuste, etc. Esto puede ser muy necesario cuando se atraviesa una crisis evolutiva o vital, en procesos de desintegración, ruptura o conflicto, o ante acontecimientos vitales estresantes tales como una enfermedad grave o el fallecimiento de uno de sus miembros. Otras situaciones que desestabilizan significativamente son aquellas en las que algún miembro de la familia ha sufrido trauma, adicciones u otros problemas de salud mental.

La intervención psicológica se adapta a las necesidades específicas relacionales que presentan las familias o parejas. Es necesario en estos casos un entorno profesional neutral y seguro durante un tiempo, que permita desarrollar la empatía, recuperar la seguridad, establecer la escucha activa y reparar el daño. Esto es especialmente útil cuando el objetivo es mejorar la capacidad de apoyo mutuo entre los miembros de la familia.

La terapia familiar y de pareja tienen numerosos objetivos comunes, ya que en ambos casos estamos ante un sistema de personas que comparten lazos afectivos muy importantes. Las intervenciones suelen centrarse en el aumento de la comprensión y el apoyo emocional entre los miembros, además del desarrollo de habilidades de afrontamiento y resolución de problemas. Para ello, se trabaja en mejorar las habilidades de comunicación y la capacidad de interacción, en establecer límites saludables, o manejar el estrés (derivado de las transiciones, del propio trabajo o los desafíos del cuidador). Incluir a otros miembros de la familia o de la red social de una persona en el tratamiento puede ayudar a abordar el problema de manera más eficaz.

En situaciones difíciles y durante problemas prolongados, la terapia familiar puede ser beneficiosa. Además, funciona bien para los retos de la crianza de los hijos y el reforzamiento del equipo parental.

Desde una perspectiva integrativa sistémica y cognitivo-conductual, y con claves de la Terapia del Apego y Terapia Focalizada en las Emociones, se abordan las necesidades de las parejas y las familias en cada etapa de crisis vital.

ciclo vital

Acompaño a las personas en las crisis y los cambios de los procesos vitales.

Con especial atención a la Salud Psicoemocional femenina, se trabaja en el desarrollo de recursos que permitan aumentar la consciencia, el autocuidado y bienestar emocional y relacional.

La experiencia de ser mujer puede ser muy diversa, y cómo nos la contamos impacta en nuestra identidad, condiciones de salud física, emocional y social.

Todas las mujeres atravesamos diferentes etapas que suponen cambios a los que necesariamente nos tenemos que adaptar, pero que no siempre comprendemos. Puede ocurrir que nos desatendamos o descuidemos, que nos abrumemos o preocupemos demasiado.

Desde la infancia y pubertad, en toda la edad reproductiva, durante el climaterio y en toda la etapa de la menopausia, si queremos mantener una adecuada salud psicoemocional y bienestar debemos dedicar un tiempo efectivo y real a conocernos, reconocernos, y cuidarnos.

Además, sabemos que ser mujer ofrece experiencias diferenciadas en la sociedad.

Por ello, podemos explorar cómo hemos transitado por la vida, y cómo hemos aprendido a ser mujeres. Observamos nuestras relaciones y sus conflictos, el autoconcepto y autoestima, el nivel de malestar cotidiano, la instalación de estados emocionales como la insatisfacción, frustración, irritabilidad, ansiedad, desgaste o depresión… también el estancamiento e inseguridad.

Ser mujer también implica estar atravesada por los mandatos de género.

Los malestares físicos o somáticos que nos acompañan pueden ser síntomas de nuestras maneras de situarnos en el mundo. Los dolores de cabeza y musculares, el cansancio excesivo, los problemas en la alimentación, alteraciones en el sueño, la desconexión o disfunción sexuales, están mostrándonos que algo no está funcionado bien y necesita ser atendido.    

En este espacio podemos abordar cuestiones sobre el abuso, el poder y el control. Es, también, un espacio especializado en acompañar a mujeres en la recuperación de diferentes violencias de género y machista. 

Trabajo desde una perspectiva integrativa somática, humanista y relacional.

psicología perinatal

Acompaño el periodo perinatal, desde el embarazo, al parto y postparto y la crianza de las criaturas.

El Apoyo psicológico especializado en el proceso perinatal ofrece un espacio preventivo, orientado a atender los miedos, la ansiedad o las inseguridades ante el cambio vital que supone la llegada de una nueva criatura a tu vida. 

Partimos de el proceso de concepción, cómo ha sido esa vivencia ¿deseada? ¿presionada? ¿compartida? ¿desplazada? ¿incomprendida? ¿frustrante? ¿angustiante? ¿exhausta?… Exploramos las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para las experiencias de parto positivas y trabajamos para que tengas las mejores de las condiciones psico-afectivas posibles en ese proceso. En el postparto y primeros meses de tu bebé fortalecemos los vínculos, se reestructuran o reorganizan roles cuando hay pareja, se refuerzan los apoyos y se desarrollan recursos para hacer frente a los retos de la crianza.

También se abordan otras dificultades del proceso, algunas adaptativas, como la lactancia o ajuste familiar a los cambios, y otras de mayor impacto a la salud mental, como las pérdidas perinatales, los partos complicados o traumáticos, la depresión o síntomas postraumáticos postparto entre otros, aportando herramientas que ayuden a superarlas.

Las manifestaciones emocionales de las mujeres en el periodo perinatal no solo están explicadas por los cambios hormonales, esto es un mito. Cuando una mujer es madre ya ha vivido muchas experiencias previas que no son neutras, no todas las madres tienen el mismo contexto ni circunstancias, no todos los procesos de embarazo son iguales y hay complicaciones, no todos los bebés llegan con un pan debajo del brazo. La vulnerabilidad en términos sociales, familiares o personales arrojan dificultad al proceso y aumentan el riesgo de tener problemas psicológicos en esta etapa.

Puede que seas padre o madre, en una familia nuclear, monoparental, homoparental, adoptiva, o en cualquiera de las posibilidades de diversidad. En cualquier caso, puedes beneficiarte de las claves de la psicología en esta etapa.  

Desde una perspectiva integrativa humanista y relacional, y con claves de la Terapia del Apego y Terapia Focalizada en las Emociones, se abordan las necesidades de las madres, la diada y las familias en esta etapa.

apoyo a profesionales

Proporciono apoyo y supervisión a profesionales que ejercen su labor en el campo de la salud y la educación.

Acompaño a profesionales de la salud y educativos. En ambos casos hay una alta exposición al estrés, a la exigencia propia y relacional, a experiencias abrumadoras y percepción de indefensión, a la fatiga por compasión. Desde la sensibilidad al desbordamiento emocional en estos casos, dirijo la mirada al manejo de los recursos en estas situaciones de crisis.

​Ofrezco servicios de apoyo para colectivos que trabajan con personas y que se enfrentan situaciones difíciles, están expuestos a altos niveles de estrés y pueden llegar a sufrir agotamiento por compasión. Mi objetivo es ayudar a manejar el estrés y los desafíos de este tipo de trabajos, brindando orientación y apoyo emocional. 

Como supervisora clínica en psicología, ofrezco un servicio integral para el desarrollo profesional. Mi enfoque se centra en proporcionar orientación y apoyo, ayudándote a manejar el estrés y los desafíos de la práctica clínica y sanitaria. Conjuntamente, revisamos y discutimos tus casos, ofreciéndote nuevas perspectivas y estrategias para mejorar tus intervenciones terapéuticas. 

¿cómo puedo ayudarte?

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